Realizar un inventario exhaustivo de los activos de tu organización incluye la identificación y clasificación de todos los recursos críticos, tanto físicos como digitales, que sustentan tus operaciones. Este inventario nos permitirá evaluar los riesgos asociados a cada activo, identificar posibles vulnerabilidades y establecer medidas de protección adecuadas para garantizar la seguridad y continuidad del negocio.

La evaluación de amenazas consiste en identificar, analizar y clasificar las posibles amenazas que podrían afectar a los activos, operaciones y objetivos de la organización. Durante esta evaluación, se consideran tanto amenazas externas (como ciberataques, desastres naturales o fraudes) como internas (fallos en los sistemas, errores humanos o sabotaje). El objetivo es comprender la probabilidad de que estas amenazas se materialicen, su impacto potencial y cómo pueden afectar la seguridad, la continuidad del negocio y la integridad de los activos.

El plan de tratamiento de riesgos debe incluir una evaluación continua para asegurar que las acciones tomadas sean efectivas y adaptarse a nuevos riesgos que puedan surgir. Este enfoque es fundamental para la protección de los activos de la organización, la continuidad del negocio y el cumplimiento de las normativas y estándares de seguridad.

Estrategias y procedimientos establecidos para manejar y reducir los impactos de los incidentes de ciberseguridad. Los planes de mitigación buscan prevenir o minimizar los riesgos de seguridad, identificando y solucionando vulnerabilidades antes de que puedan ser explotadas. Mientras tanto, los planes de respuesta a incidentes detallan las acciones a seguir cuando un incidente de seguridad ocurre, como la contención, erradicación, recuperación y análisis post-incidente.